En junio, Diosdado Cabello y una comitiva presidencial se fueron a buscar ayuda a Brasil. Luego, con Uruguay se acordó el envío de 265 mil toneladas de productos alimenticios y, recientemente, el presidente Maduro se fue a China a buscar recursos
El Gobierno nacional aumentará significativamente las importaciones de alimentos en el último trimestre del año para cambiar el rumbo de las encuestas de opinión pública, que arrojan una proyección de casi 60% de la votación a favor de la oposición venezolana para las próximas elecciones parlamentarias, según el último estudio de Datanálisis publicado en agosto.
Expertos del sector agroalimentario coinciden en que cualquier incremento de las importaciones en esta área será insuficiente para frenar el desabastecimiento actual de los anaqueles, situación que ha pasado a ocupar el primer lugar de preocupación de los venezolanos.
Argumentan que aun si existiera un acuerdo nacional de los diferentes sectores políticos, el problema de la escasez tardaría año y medio en resolverse, según sus proyecciones.
De cualquier manera y dada la trascendencia de las elecciones del 6 de diciembre, la pregunta crucial será si el gobierno está en condiciones de reducir la escasez, las colas y la inflación, fenómenos que afectan la percepción del elector.
Importación, a paso de vencedores
La movida gubernamental para buscar apoyo internacional se inició a principios de junio con el viaje a Brasil del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien acompañado por una comitiva presidencial, entre ellos el ministro de Finanzas, Rodolfo Marco Torres, sostuvo encuentros con la mandataria Dilma Rousseff para ampliar la cooperación bilateral en las áreas de alimentación, farmacéutica y hospitalaria.
En esa oportunidad, medios locales informaron sobre la visita de los representantes venezolanos a importantes plantas de producción de carne, pollo y res, incluidas las gigantes brasileñas JBS y BRF.
Luego, a principios de julio, el ministro Marco Torres anunció vía Twitter que próximamente arribarían al país 265 mil toneladas de alimentos procedentes de Uruguay, como parte del pago de la deuda que el Gobierno de Tabaré Vázquez mantiene con la estatal petrolera PDVSA.
Ya se anunció que de ese total llegarán 44 mil toneladas de leche en polvo a mitad de septiembre, cantidad que se sumará a las 56 mil ya negociadas con Brasil, también previstas para arribar antes de finalizar el año.
En la primera quincena de julio llegaron a la bahía de Puerto Cabello 2.900 toneladas de leche, carne, aceite y frijoles, según informó la Cámara de Comercio de esa entidad. Y este miércoles, Bolipuertos informó que llegaron otros 514 contenedores de productos de la cesta básica.
“En este momento hay alrededor de 30 barcos esperando en puerto para descargar. Entonces, ya va a empezar a haber trigo. Ya Polar anunció que la materia prima de la cerveza llegó”, dijo a principios de agosto en entrevista exclusiva para ContrapuntoNelson Quijada, presidente de la principal empresa de producción nacional de semillas de girasol, Coposa.
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Como medida para agilizar la tramitación de las importaciones de alimentos, a principios de septiembre se anunció en Gaceta Oficial la exoneración del arancel de importación a 46 productos de primera necesidad. De este modo el Gobierno tratará de conseguir esos alimentos mediante alianzas comerciales con Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay -países del Mercosur-, indica el instrumento.
Para el economista Asdrúbal Oliveros, el reciente viaje del presidente Nicolás Maduro a China, como parte de una gira internacional que lo llevó también a Vietnam, Catar y Jamaica, no fue más que para conseguir el financiamiento necesario para poder cubrir el gasto de las importaciones.
“Nosotros estimamos que necesita 8.000 millones de dólares para garantizar la importación de alimentos y medicinas y mejorar la percepción de desabastecimiento y escasez. Esto por la dinámica política, ya que parte con desventaja para las elecciones del 6 de diciembre”, dijo Oliveros a Contrapunto la semana pasada.
Y el Gobierno parece haber logrado parte de ese objetivo. Este lunes, el jefe de Estado informó que en su visita al gigante asiático, China y Venezuela firmaron 14 nuevos acuerdos de cooperación por un valor de 30.000 millones de dólares, además de un crédito por 5.000 millones para elevar la producción petrolera. Sin embargo, no especificó si esos recursos son líquidos.
Importar no significa abastecer
Los 8.000 millones de dólares estimados por el economista Asdrúbal Oliveros fueron, precisamente, la proyección en gastos para las importaciones alimentarias previstas por el Ejecutivo nacional en el presupuesto de 2015, cantidad que podría llegar, con la aprobación de créditos adicionales, a los 10.500 millones a final de año, según estimaciones del coordinador de la mesa técnica de apoyo del área agroalimentaria de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Rodrigo Agudo.
“Pero esa cantidad no es suficiente. En función de la estructura productiva del país y el proceso de crecimiento de la demanda, se debió garantizar entre 13.000 y 14.000 millones de dólares”, opina.
En opinión del economista-fundador del Centro de Investigaciones Agroalimentarias, Alejandro Gutiérrez, con todo y que el Gobierno busque aumentar las importaciones de alimentos para incidir en los resultados electorales, habrá una caída de alrededor de 11% respecto a las importaciones de 2014, cuando alcanzaron cerca de los 9.000 millones de dólares.
Respecto a 2015 no existen datos oficiales sobre cuánto se ha importado hasta la fecha, ya que la última actualización del Instituto Nacional de Estadística (INE) data del primer trimestre de 2014, cuando las importaciones totales se ubicaron alrededor de los 17.000 millones de dólares.
“El desabastecimiento se va a agudizar en los próximos meses y no se va a solucionar antes de las elecciones, porque existe un problema: la dinámica de la escasez es una dinámica del movimiento de los inventarios. Y no hay inventarios”, asegura, por su parte, Juan Luis Hernández, especialista en el sector agroalimentario y profesor de la maestría en Desarrollo Agrícola de la Universidad de Los Andes.
“La escasez llegó para quedarse”
Aparte de garantizar las importaciones y elevar la producción nacional, cualquier medida a corto plazo para combatir la escasez debe pasar primero por cubrir la creciente demanda del sector alimentario. “En las actuales condiciones, así se le ofrezcan 14.000 millones de dólares en importaciones, no se va a acabar ni la angustia ni la ansiedad del consumidor”.
Rodrigo Agudo agrega que cada vez que el venezolano va al supermercado, hace compras como para surtir su casa durante dos o tres meses. Esta realidad necesitaría, en términos de la cadena de valor, que las empresas tuvieran un inventario de, por lo menos, dos años. Y no tienen, en la actualidad, ni para 10 meses. “Hoy, un importador, mayorista o minorista, si tiene recursos monetarios excedentes no los utiliza para hacer inventario, porque puede venir un funcionario de cuarto nivel y a cuenta de que ve cuatro bultos, los confisca y los vende. Entonces, lo que hacen las empresas es comprar dólares. Y por ello es que se genera la inflación descomunal que tenemos”.
Según el especialista, para que el consumidor baje su incertidumbre y su afán de “compra alocada”, necesita que al menos durante tres meses seguidos los anaqueles estén siempre copados, para que a la cuarta o quinta semana que acuda al supermercado, deje de comprar. “Es muy probable que si se tomaran las medidas necesarias en este momento, la escasez permanecería durante seis meses o un año más”, asegura Juan Luis Hernández.
De mantenerse una oferta constante de productos que hoy soy escasos, analistas consideran que el Gobierno tendría que liberar los precios y acabar con el subsidio de las importaciones alimentarias a dólares preferenciales. “Tiene que abandonar la idea de que puede controlar toda la economía. La guerra económica la perdió. El Ejecutivo debe intervenir en la economía de una manera más inteligente y coherente”.
“La capacidad de sostener la parte regulada se desmorona como consecuencia de la demanda infinita”, dijo recientemente en su cuenta de Twitter el economista Luis Vicente León.
Aunque la agenda política está sobre la agenda económica, según Gutiérrez, Venezuela seguirá desabastecida. “Con el aumento de las importaciones y el montaje de operativos de Mercal puede que se sienta algún alivio y algunos productos aparezcan, pero eso solo será por unos días”.