Balneario Las Margaritas no muestra su mejor cara a los visitantes. Hay espacios llenos de basura y maleza que requieren de mantenimiento
William Croes Ayala | La Prensa.- Para Yubisay Lucena el balneario Las Margaritas está muy lejos de encontrarse como hace 15 años atrás. El espacio público ha perdido el atractivo que tuvo en el tiempo donde mantenía el funcionamiento de la compuerta y también se encontraban limpias las áreas destinadas al disfrute social.
Lucena es una de las tocuyanas que al menos una vez por semana, preferiblemente de lunes a viernes, aprovecha sus vacaciones en el balneario junto a su familia. “Venir a este lugar significa más trabajo, uno intenta descansar, pero tengo que limpiar la basura que está regada en el kiosco”, expresa la señora, quien debe llevar su bolsa negra y una escoba para limpiar los desperdicios.
Luego de la jornada de limpieza, la señora junto a su familia decide meterse un rato en el río. Pero la falta de limpieza por parte de la maquinaria ha hecho que el nivel de agua se mantenga en uno de los niveles más bajos de la historia. La compuerta de almacenamiento de agua está averiada por lo que las personas se bañan casi al ras de las piedras.
“Da lástima como un municipio con tantos balnearios no sea mantenido por la alcaldía actual. Hace 15 años los alcaldes se preocupaban porque estos espacios estuvieran en buenas condiciones para el público”, expresa Lucena.
Los visitantes que frecuentan el balneario no se explican el porqué si los fines de semana se da un pago para le entrada del vehículo ese pago no es invertido en el mantenimiento del lugar. Los días de semana los temporadistas se topan con desperdicios y maleza que están desde el fin de semana.
“Este balneario a pesar de estar en malas condiciones siempre está lleno de personas, hace falta más mantenimiento de las áreas”, expresa Emiliano Alvarado, vendedor de chicharrones que para que la suciedad no espante a la clientela en sus ratos libre barre las cabañas y áreas sociales para mantenerlas cuidadas.
Las familias saben que a más tardar a las 5:00 de la tarde tienen que recoger para regresarse, pues cuando cae la noche en el lugar no hay ni un solo bombillo. “Quedar a oscuras con los niños pequeños es un peligro, hay botellas regadas, chapas y uno puede lastimarse”, expresa la señora maría Lucena.
Las Margaritas es uno de los pocos balnearios que quedan abiertos para el disfrute del público. Se requiere de una inversión para garantizar mayores comodidades a los temporadistas que buscan este espacio público como sitio idóneo para la recreación a bajo costo.