Caseríos sin ley
Cuatro sectores de la parroquía Bolívar del municipio Morán sufren robos de motos a toda hora
William Croes Ayala | La Prensa.- El temor invade a los pobladores de los caseríos del eje rural de la parroquia Bolívar, municipio Morán. A cualquier hora llegan malandros encapuchados en moto a los sectores y en grupos se meten en las casas para robarse vehículos y las demás pertenencias que tienen en sus casas.
A comienzos de años los caseríos Los Cocos, Ospinal, Las Veras y La Otra Banda se han convertido en un pueblo sin ley. A las 5:00 de la tarde hay una especie de toque de queda. Por las empedradas y polvorientas calles no se divisa ni un alma al ocultarse el sol y caer la noche.
“Yo pongo el candado en la reja y de mi casa no salgo hasta el día siguiente. Trato de hacer las compras para la cena temprano, pero si falta algo así quedamos, pero no salimos de casa”, expresa una señora que prefirió mantenerse en el anonimato para preservar su seguridad.
Cuentan los habitantes que los fines de semana son los que mayor robos hay registrados. Bandas encapuchadas van desde El Tocuyo para los caseríos y despojan a los pobladores de sus motocicletas. “Me apuntaron para bajarme de mi moto, me pidieron el número de teléfono para comunicarse conmigo para cuadrar el rescate”, comenta un señor, quien tuvo que pagar cinco mil bolívares de rescate para recuperar su instrumento de trabajo.
Según otra víctima, el mediodía se ha convertido en una hora muy apetecible para los amigos de lo ajeno. Hace un mes, estaba almorzando junto a su familia, cuando escuchó un estruendo, en menos de cinco minutos ya estaban tres malandros encañonado a su familia y saqueando hasta la nevera de su casa.
Voceros de la sala de batalla Gregorio Antonio Castillo trabajan en gestionar un módulo policial en la entrada del eje rural de los caseríos. Voceros que representan a los siete consejos comunales detallaron que la inseguridad se ha convertido en el principal problema de la zona, por encima de no poseer servicios públicos y viviendas.
Efectivos dela Policía de Lara por su parte argumentan que es necesario que las personas denuncien cuando son víctimas del hampa. También comentaron que es necesario mejorar las vías de penetración a los caseríos, porque el mal estado favorece a que los hampones hagan sus fechorías con plena libertad.