El gobierno cubano exhortó el jueves a Estados Unidos a que muestre pruebas del supuesto envío de militares para sostener al presidente venezolano Nicolás Maduro, al tiempo que pidió a la comunidad internacional detener la escalada hostil contra la nación caribeña.
Una semana después de una serie de medidas anunciadas por Washington que endurecen las sanciones a la isla para presionar por cambios en el modelo político y privar a Caracas de un importante aliado, el canciller Bruno Rodríguez aseguró que no “podrán mover un ápice la firme determinación de resistencia” de Cuba.
Rodríguez salió al cruce de las declaraciones del asesor de seguridad estadounidense, John Bolton, quien dijo que Cuba mantiene en Venezuela unos 20.000 efectivos militares, que éstos se prestaron a provocaciones en la frontera de Colombia, que los médicos isleños en el país sudamericano condicionan la atención a una afinidad con el oficialismo y que infiltró a la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) para desviar crudo hacia la isla.
“Es una vulgar calumnia que otra vez desmiento”, dijo Rodríguez durante una conferencia de prensa. “El asesor Bolton es un mentiroso patológico… lo invito a que presente pruebas”.
Cuba sí tiene unos 20.000 asistentes -sobre todo médicos y técnicos- con contratos para realizar labores en planes sociales del gobierno de Maduro y cuyos ingresos son importantes para las arcas de la isla.
En una fuerte vuelta de tuerca a política de su predecesor Barack Obama -que relanzó las relaciones diplomáticas con Cuba aunque sin levantar el embargo- Donald Trump aprobó sucesivas restricciones contra la isla.
La semana pasada activó el llamado artículo III de la Ley Helms-Burton que permite a los cubanos estadounidenses o estadounidenses demandar a empresas que operen con bienes nacionalizados por la revolución en 1959 al tiempo que limitó el envío de remesas y los viajes de sus ciudadanos para golpear el turismo en la isla.
Las demandas podrán ser presentadas desde el 2 de mayo. El resto de las sanciones aún no se han reglamentado.
Todo ello se suma a las restricciones en el visado de cubanos para viajar a ver a sus familias en Estados Unidos dispuestas el mes pasado.
Las sanciones buscan asfixiar económicamente a Cuba privándola de recursos y podrían causar graves daños en sectores clave como el de las inversiones extranjeras, el turismo o los emprendedores del naciente sector privado.
“Esta peligrosa escalada debe ser detenida”, expresó Rodríguez. “El mundo no puede permanecer impasible mientras se convoca a destrozar países”.
La Unión Europea y Canadá, con fuertes inversiones en la isla, rechazaron las medidas estadounidenses. El bloque europeo no descartó acudir a instancias como la Organización Mundial del Comercio al tiempo que podría aplicar leyes “antídoto” por las cuales sus Estados miembros tienen obligación jurídica de no colaborar con la justicia norteamericana o atender requerimientos de un juez de ese país.
Paralelamente, la embajada de Estados Unidos en Cuba indicó en su cuenta de Twitter que el “personal militar y de seguridad (de la isla) apuntala al antiguo régimen de Maduro, negando a los venezolanos su derecho a la autodeterminación”.
En una inusual situación diplomática la encargada de negocios de la embajada estadounidense en Cuba, Mara Tekach, se pronunció de esa manera ante Rodríguez la víspera durante una reunión de representantes diplomáticos regularmente convocados a la cancillería en La Habana, constató The Associated Press.
AP
ElTocuyoAlDia
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