En entrevista con el periodista Fernando del Rincón, en su programa Conclusiones, dio la cara por primera vez desde su llegada a EEUU
“Yo no huí ni me fugué sino que me fui de un país donde no hay estado de derecho”, señaló el estudiante Marco Coello, en entrevista exclusiva concedida a CNN en Español.
En su primera presentación en medios de comunicación desde su llegada a Estados Unidos para pedir asilo político, contó que en la audiencia de juicio del pasado 1ero de septiembre fue cuando decidió irse, pues se dio cuenta de que su sentencia ya estaba lista. Sólo habló con su papá sobre sus planes. Se fue en la mañana al aeropuerto y junto con él compró el pasaje para Miami. “Claro, pero yo estaba consciente de que igual iba a ir preso. Tenía que intentarlo”, dijo cuestionado por el periodista Fernando del Rincón sobre la osadía que representó salir del país justo antes de la audiencia de conclusiones sobre su caso, violando la medida cautelar que le fue concedida y que le permitía estar enjuiciado en libertad condicional.
Según su relato, no tuvo que sobornar a nadie ni irse por los caminos verdes. Dijo que iría a Disney a pasear y cuando pasó su pasaporte tuvo problemas dos veces. A la tercera fue la vencida. “Tenía el corazón en la boca. Mi papá los distraía para que no me vieran. Hicimos la cola en inmigración, me revisaron los guardias y logramos pasar a la taquilla de inmigración. Hablamos con la chica, la distrajimos. Fue todo un plan”, detalló.
Una vez en la zona del duty free, su padre y él se fueron a la feria de comida. “Me senté a dibujar, para que las cámaras no me vieran el rostro, mientras mi papá pagaba la comida. Cuando ya íbamos a embarcar nos dijeron que debíamos esperar una hora más. Apenas se levantó el avión los dos empezamos a llorar. Fue un llanto de esperanza, de dolor y de tristeza. Fue la única opción que me dejaron”.
Coello manifestó que desde el momento de su detención sufrió de maltratos por parte de las autoridades policiales, quienes en varias oportunidades le amenazaron con matarlo. "Lo que más me marcó fueron las primeras 24 de aprehensión. Me lanzaron una lacrimógena, me pusieron una pistola. Me golpearon. Me esposaron unas cinco horas y todos los funcionarios que pasaban me apretaban las esposas". Asimismo, sostuvo que le presionaron a firmar una declaración en la que se hacía responsable él y el dirigente político Leopoldo López por los fallecimientos que se produjeron en la manifestación del pasado 12 de febrero. “Me obligaron a firmar una declaración y como dije que no, me dijeron que me matarían y cargaron la pistola y me la pusieron en la cabeza. Uno de los funcionarios dijo que me matara afuera porque adentro había cámaras”.
En cuanto a su tiempo de detención, relató que lo tuvieron encerrado sin que él supiera si era de día o de noche, o si le tocaba comer o no. Aseguró que nunca estuvo vinculado con el partido Voluntad Popular y que conoció a López fue en Tribunales a los tres meses de su detención. "No duermo, tengo pesadillas, ansiedad. Necesito decir la cantidad de violaciones que hay en Venezuela. Seré la voz del venezolano que tiene miedo de hablar. Venezuela está conmigo”.
El joven de 19 años dijo sentir miedo por la seguridad de su mamá, a quien le dirigió un mensaje a través de las cámaras de televisión. "Mamá, eres mi guerrera. Te prometo que voy a luchar por ti. Nunca te voy a dejar sola", dijo entre lágrimas.
