El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, expresaron hoy su determinación de no dejar que Estados Unidos detenga el gasoducto Nord Stream 2, valorado en mil millones de euros (unos 1176 mil millones de dólares), tras una reunión mantenida en Rusia.
“Ningún estado tiene el derecho de dictar política energética en Europa con amenazas y esto no les va a funcionar”, dijo Maas, quien añadió que las sanciones entre socios son “definitivamente el camino equivocado”.
Por su parte, Lavrov manifestó que Rusia siempre había dejado claro que las sanciones eran una violación del derecho internacional y argumentó que hay motivos para creer que el gasoducto será completado en breve.
“Vemos bien cómo Washington actúa en la arena internacional, sin rehuir ningún método”, declaró el ministro ruso. Según Lavrov, depende de los europeos decidir si dejan las cuestiones de su seguridad, incluyendo los temas energéticos, a Estados Unidos.
Maas explicó el lunes haber mostrado su “asombro” en la conversación telefónica mantenida el día anterior con su homólogo estadounidense, Mike Pompeo, en relación a la carta enviada por tres senadores estadounidenses a las autoridades del puerto de Sassnitz en la isla alemana de Rügen.
En la misiva, los miembros del Partido Republicano habían amenazado a los operadores y accionistas del puerto con la prohibición de entrar en Estados Unidos y con la congelación de activos en Estados Unidos, lo que causó indignación en diferentes partidos políticos alemanes y fortaleció el llamado a las contramedidas.
Las críticas
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha criticado durante años el gasoducto Nord Stream 2, acusando a Alemania de dejarse proteger militarmente contra Rusia, pero al mismo tiempo de facilitar a Moscú altos ingresos por las exportaciones de gas.
Los críticos, sin embargo, lo acusan de querer impedir el gasoducto solo para vender más gas natural estadounidense en Europa.
A finales de 2019, Trump consiguió imponer sanciones a ciertas empresas involucradas en la construcción del Nord Stream 2. Como resultado, la compañía suiza Allseas, que proporcionó dos barcos para la instalación de las tuberías, se retiró del proyecto.
A mediados de julio, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, amenazó con ampliar las sanciones en virtud de la ley para contrarrestar a los adversarios de Estados Unidos mediante sanciones. Esta ley también podría afectar a las empresas alemanas.
La Asociación Alemana de Negocios en Europa Oriental (OAOEV) exigió que ahora se tomen duras medidas como represalia.
El gasoducto entre Rusia y Alemania a través del Báltico está prácticamente finalizado. De los 2.460 kilómetros, solo falta un tramo de unos 150 kilómetros, 120 kilómetros en aguas danesas y más de 30 en aguas alemanas. La construcción se interrumpió en diciembre de 2019 tras las primeras sanciones.
Con información de agencias.
via @ElTocuyoAlDia