“Bastaba que me decidiera a hacer tortas para que los huevos desaparecieran del mercado”, decía por teléfono con cierto tono de burla una mujer en el automercado Luz de Chacao. Desde que el precio máximo de venta al público del cartón de 30 unidades fue establecido por el Comando Nacional de Precios Justos en Bs 420, esta proteína animal se esfumó de los anaqueles. Richar López explica que los productores no están dispuestos a trabajar a pérdida y esto influyó para que algunos, como él, clausuraran sus granjas.
Apenas salió la orden en Gaceta Oficial, López vendió sus 5 mil gallinas. “No era rentable. Si vendiendo el cartón a Bs 1.200 solo le ganaba el 20%, a Bs 420 era una pérdida“, menciona el exproductor que diariamente comercializaba 4.800 huevos. Tenía seis años en el negocio y vendía a los distribuidores de Los Teques, quienes repartían por la zona mirandina.
El 11 de noviembre el vicepresidente Jorge Arreaza indió que la regulación de precio del alimento para gallinas ponedoras debía influir en el precio de los huevos. En esa oportunidad destacó que 40 kg de comida para esos animales tenían un precio “especulativo” de 3.769 bolívares y que a partir de esa fecha tendría un precio “justo” de 1.300,5 bolívares. Sin embargo, López explicó que él conseguía las bolsas de 25 kilos de comida para aves hasta en Bs 5.300 aún cuando el verdadero precio era de Bs 420.
La tarde de este lunes 23 de noviembre Arreaza anunció que a los productores que ya habían criado a sus animales con el precio del alimento anterior se les otorgaría un subsidio de transición que el presidente Nicolás Maduro ya había aprobado. Sin embargo, no indicó el monto. Para la fecha ya hay casos como la granja de López que cerraron porque los montos no les generaban ganacia. El subsidio fue indicado 12 días después que el anuncio principal.
El funcionario también indicó que para incentivar la inversión nacional se le exonerará el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISLR) al sector primario agrícola, específicamente la siembra y la cría, durante los períodos fiscales 2016, 2017 y 2018. Pese a ello los productores consideran que hay otros aspectos influyen sobre el precio de los alimentos, como lo es la mano de obra.
“El gobierno tiene el monopolio del alimento para gallinas y eso hace que sea dificultoso conseguirlo. Yo lo adquiría en el mercado negro y, además, a eso hay que sumarle la mano de obra que tras los anuncios del presidente tenía que subirle el sueldo y los cestaticket a los empleados”, dijo López.
El día después del anuncio, Efecto Cocuyo realizó un recorrido por distintos establecimientos y constató que en los sitios donde se dio el cambio de precio la mercancía se agotó en tiempo récord. El miércoles 18 de noviembre, el equipo recorrió hasta 5 supermercados y en ninguno había huevos. Desde Central Madeirense y en el Mercado de Guaicaipuro aseguraron que luego de la regulación no les llegó más el producto.