CARRUSEL CLIENTES

Eternas colas para comprar productos en El Tocuyo

Tocuyanos pasan el día a las puertas de supermercados a la caza de los productos básicos



Ladislao Guédez recibe un mensaje a su celular al mediodía que dice que venderán leche en polvo en un reconocido supermercado del centro de El Tocuyo. De inmediato, interrumpe el almuerzo, no asiste al trabajo en la tarde, para unirse a la inmensa cola y conseguir el producto que es el alimento de su bebé.

Pasar el día en una inmensa cola, bajo un fuerte sol, es la realidad a la cual no han podido escapar los habitantes del municipio Morán. Desde muy temprano, van por todos los abastos y supermercados preguntando qué producto de los que están escasos venderán en el día.

“Llegar después de las doce del mediodía a la cola es un pecado, uno queda muy lejos y no se sabe si alcanzará comprar lo que necesito”, expresa Guédez, quientenía escrito el número 116 en su antebrazo derecho, puesto que le correspondía.

En cuestión de minutos, de ser el último, Ladislao quedó prácticamente en la parte central. Cada vez más personas se sumaban a la cola, unos habían recibido el mensaje en una cadena por celular, mientras que otros se unían luego de enterarse que lo que venderían era leche en polvo.

“Hay que perder trabajo y pasar toda la tarde para garantizar comprar el alimento. Estamos llegando al punto de que tenemos algo de dinero, pero no podemos comprar lo que nosotros queremos”, lamenta Tomás Yépez, uno de los señores que ya curtido en el “sabaneo” de productos se llevó una gorra y una silla plegable para hacer más amena la espera.

A las 2:00 de la tarde, el casco central de El Tocuyo estaba desierto, pues la masa de personas estaba concentrada en dos colas en los supermercados. En una por la leche y otra porque se había corrido la voz de que venderían harina de maíz y cierto lote de papel sanitario.

“Yo estoy en la cola por la leche, pero tengo a mi hija haciendo la otra para ver si conseguimos la harina para comer las arepas en la mañana. Ahora es un lujo comerse una, este es un alimento que es parte de nuestro día a día”, relata con un tono de impotencia Yasmira Betancourt.

Un aproximado de 600 personas estaban en las dos colas. En muchos de los tocuyanos reinaba la incertidumbre, pues en varias oportunidades han hecho la cola en vano. “Nos llega el rumor de que venderán el producto, y luego de hacer la cola, el dueño nos dice que era falso y se trataba de una información errada”, detalla Ladislao Pérez, quien en la cola ya entablaba conversación con las otros consumidores.

Entre la multitud, que estaba organizada y aguardaba bajo el sol se encontraba José Pedroza, un señor de 81 años de origen español, que decía a las personas con que hablaba que es primera vez que vive esta situación en los 65 años que tiene en Venezuela. “No puedo decir más que se nos acabó el mundo, este país antes era un paraíso”.

Todos los días es una cola nueva, si hoy es por la leche, mañana será por la harina y pasado será por el aceite, esta es la realidad del tocuyano.

William Croes Ayala | La Prensa.-