José de la Trinidad Morán nace en El Tocuyo el 26 de noviembre de 1796, fue el héroe de la independencia más significativo aportado por la tierra tocuyana, quien a comienzo de esta gesta en 1810, contando con apenas trece años se incorpora al ejército patriota. Fracasada la Primera República, Morán se ve obligado a huir a Trujillo desde donde se uniría en 1813 al ejército libertador. En ese mismo año es fusilado en El Tocuyo su padre, junto a otros patriotas y confiscados todos los bienes de su familia. Acompaña a Bolívar en las confrontaciones del centro del país contra el avasallante ejército realista dirigido por Boves. Herido en San Mateo le tocó huir en la expedición hacia Oriente, allí Morán fue llevado al grado de subteniente del Batallón Girardot, también allí conoce al valeroso Antonio José de Sucre, de quien se haría entrañable amigo. Es uno de los veinte hombres que acompaña a Bolívar en la huida hacia Nueva Granada donde fue hecho prisionero hasta 1818. Morán no regresaría jamás a Venezuela. En 1819, ante la liberación definitiva de Nueva Granada, se une nuevamente al ejército patriota comandando un batallón que luego por su valor pasaría a llamarse Vargas. Acompaña como edecán al mariscal Sucre hacia el Ecuador, Luego de la independencia del Ecuador Morán llega al Perú en 1823, a este país dedicaría su vida. Su mayor hazaña militar se produjo en el sitio conocido como Quebrada de Corpahuaico, Los realistas sorprenden atacando la retaguardia donde estaban los batallones vencedores, Vargas y Rifles. Los primeros enfrentamientos fueron terribles para el ejército patriota, quienes estaban rodeados por ambos lados (frente y retaguardia) hasta que el heroico Batallón Vargas comandado por Morán pudo realizar la retirada.
La acción de Corpahuaico, el 3 de diciembre de 1824, salvó del aniquilamiento total al ejército patriota, que contribuyó al triunfo definitivo en las llanuras de Ayacucho el 9 de diciembre, lo cual representó para la América lo que la Batalla de Carabobo para Venezuela. Por la hazaña de Corpahuaico Morán es ascendido a coronel y en Ayacucho fue llevado a teniente-coronel. Terminada la guerra, Morán se residenciaría en Perú convirtiéndose en una de las figuras centrales pero también de las más controversiales, lo que lo llevó a su fusilamiento en Arequipa el 3 de diciembre de 1854, paradójicamente treinta años después del triunfo de Corpahuaico. En 1954 es llevado al Panteón Nacional.