En el municipio Morán reaparecieron las amenazas por parte de determinados grupos, evidentemente con apoyo oficial, de nuevas invasiones a fincas agrícolas o ganaderas, en esta oportunidad con fines electoreros.
Los productores agropecuarios, así como sus trabajadores, se muestran preocupados pues saben la suerte que han corrido aquellas haciendas invadidas, actualmente improductivas, sin aportar ningún beneficio a los ocupantes o a sus familias pues no han registrado producción alguna de alimentos.
Un ejemplo de ello es el predio conocido como La Laguna, a un lado de la carretera El Tocuyo-Sanare, tomado en 2009 por el INTI cuando se encontraba en plena producción de caña de azúcar, pimentón, papa, tomate y otros rubros, el cual se encuentra totalmente inutilizado a pesar de contar con una inmensa laguna que le garantiza el suministro de agua todo el tiempo.
Allí ganaba el sustento diario una considerable cantidad de padres y madres de familia. Muchos se vieron obligados a emigrar a otras zonas para seguir trabajando.
De la prosperidad y verdor que caracterizaba a La Laguna no queda nada, salvo la maleza que cubre lo que antes fueron siembras de diferentes rubros agrícolas. La tierra, generosa, permitía llenar camiones con productos frescos hacia los mercados del país.
Afortunadamente los consejos comunales de algunas zonas se han unidos a los dueños de fincas para impedir que prosperen nuevos intentos de tomas violentas.
Ese es el caso de la hacienda Villa Carmen, ubicada en el sector Las Adjuntas, con documentación de propiedad desde 1937.
La misma cuenta actualmente con más de 150 hectáreas de caña de azúcar, 35 % bajo riego por goteo, que producen unas 1.400 toneladas de materia prima.
Igualmente existen 10.000 metros cuadrados sembrados de pimentón en ambiente controlado (invernadero), logrando 210.000 kilogramos por hectárea en cada ciclo, lo cual representa 315 mil toneladas por hectárea.
En Villa Carmen también existe producción lechera con más de tres mil litros diarios destinados a la elaboración de leche de larga duración.
La finca genera más de 60 empleos directos en temporada de zafra a los que se deben agregar los familiares y los indirectos, en su mayoría de caseríos vecinos como Las Adjuntas, El Peñón, Cocorote y Curumato.
Todo tecnificado
La hacienda está dotada de sistemas computarizados por lo cual es considerada una de las más modernas de la región.
Emiliano Rodríguez lleva doce años en la hacienda, en la actualidad encargado del invernadero donde se desarrollan las siembras de pimentón.
“Trabajar con las plantas de esta forma, tan tecnificado todo, es muy bueno porque uno aprende cada vez más”, manifestó.
Rodríguez se siente a gusto en la hacienda y teme que de producirse una toma como ocurrió con La Laguna todo se venga abajo y queden en la calle.
Lo mismo piensa Joel Araujo, quien se considera uno de los fundadores de los invernaderos de Villa Carmen.
“Aquí aprendí mucho de lo que no sabía, podar, amarrar, fertilizar, cosechar, controlar los venenos, de todo, y cada día uno aprende algo”, dijo.
Por otra parte, Alfredo Lucena, vecino del caserío Curumato, agradeció a nombre de sus vecinos el que la empresa de la finca donara y acondicionara con su maquinaria un terreno para el complejo deportivo que ahora será una realidad.
Vía El Impulso
