El Partido Comunista de Venezuela (PCV), aliado histórico de la Revolución Bolivariana, exigió públicamente a la administración de Nicolás Maduro la construcción urgente de una salida política nacional. Esta exigencia responde a lo que el partido califica como una "amenaza militar" por parte de Estados Unidos y a la profunda crisis humanitaria que sufren los venezolanos.
La demanda del PCV representa una fisura significativa dentro del oficialismo, marcando una postura crítica que prioriza una solución negociada para el país. El partido argumenta que la situación actual requiere de un gran acuerdo nacional que supere la confrontación y enfrente la emergencia económica y social.
Esta postura se produce en un contexto de creciente tensión internacional y de un agravamiento sostenido de las condiciones de vida de la población. El PCV, fundado en 1931, manifiesta así su preocupación por la escalada de tensiones y aboga por una salida constitucional y pacífica a la crisis multidimensional.
La declaración del partido comunista refleja el malestar dentro de sectores del chavismo ante la persistencia de la crisis y las sanciones internacionales, subrayando la necesidad de un diálogo inclusivo que garantice la paz y la estabilidad del país frente a desafíos internos y externos.