La clase media venezolana se ha adaptado a su nueva realidad en medio de la crisis. Ahora, cuando quieren comprar algún “extra” recurren a mercados de segunda mano, como el ubicado en la avenida Victoria de Caracas en donde ofrecen vasos, platos, zapatos, juguetes, vestidos y sacos. También, el vender lo usado se ha convertido en un “rebusque”.
Maricarmen Seoane es una europea de nacimiento que a sus 73 años vende sus cosas usadas en plena vía pública. Quedó sola en su casa, luego de que sus hijos salieran del país, relata Crónica Uno.
“Mis hijos no podían llevarse tantas cosas en una maleta y me dijeron que hiciera con la ropa lo que quisiera. Hace poco, será unas dos semanas, y viendo que no me alcanzaba la pensión, me dije que debía hacer algo”, relató al medio, al tiempo que ofrecía vestidos, chaquetas, platos y tazas. “Saqué las cosas que no necesito, porque no tengo con qué vivir. A mi edad, en estos momentos no tengo para comer. Ahora me estoy ayudando de esta forma”, contó.
Con la ganancia del día espera comprar algo de comida.
“La necesidad tiene cara de perro, por eso me vi en esta situación”, dijo el joven Ronicke Rojas quien, junto a su esposa, decidió vender las cosas que ya no usaba en su casa. “No pensábamos tener cena de Navidad y con lo que hicimos pudimos comer pernil y pan de jamón. Tener presente esa realidad nos reconfortó. No estábamos acostumbrados a esto, al principio es un schock, pero bueno uno se adapta porque no queremos irnos del país”, dijo.
Para leer la nota completa puede hacer click aquí.
ElTocuyoAlDia
via WhatsApp