La cremación es cada vez más frecuente: ¿qué dice la Iglesia?


Cómo queremos morir es el último derecho al que estando vivos, podemos acogernos. La historia y el avance de la tecnología han sido testigos de la evolución de las ceremonias fúnebres y cómo, a medida que el mundo avanza, las tradiciones y los rituales cambian.

Aunque la cremación no fue autorizada por la Iglesia Católica hasta 1963, su práctica en España comenzó a efectuarse dos décadas después. Marta Allué, autora del artículo “Acompañar, despedir y recordar”, plasma de manera sencilla cómo es el proceso de esta práctica  y cuáles son los principales cambios que se están dando.

Según la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (PANASEF) la cremación gana terreno frente a la inhumación. Allué asegura que las explicaciones acerca del aumento de cremaciones son diversas; pero a nadie se le escapa que el argumento económico de menor coste y otros argumentos culturales que tienen que ver con el proceso de secularización, con la deslocalización geográfica de las familias y con la necesidad de apropiación del recuerdo, son clave en esta evolución.

Pese a que la Iglesia católica autorizara en 1963 la cremación, en el año 2016 volvió a captar la atención de los medios con declaraciones del Papa Francisco que recomendaba que “las cenizas debían conservarse en un lugar sagrado”. Además, para evitar cualquier malentendido, añadía que “no sea permitida la dispersión de las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o en cualquier otra forma, o la conversión de las cenizas en recuerdos conmemorativos, en piezas de joyería o en otros artículos, teniendo en cuenta que para estas formas de proceder no se pueden invocar razones higiénicas, sociales o económicas que pueden motivar la opción de la cremación”.

Japón y la desaparición de la inhumación

En Japón el entierro es casi inexistente; el 99% de sus fallecidos son incinerados encabezando las estadísticas mundiales de cremaciones y seguido muy cerca por otros países asiáticos como Corea del Sur, donde esta modalidad funeraria es prevaleciente.

En los Estados Unidos la cremación moderna surge como una solución a los altos costos funerarios, con el 30 % de incineraciones. En este país mucha gente se inclina por la sencillez del procedimiento y principalmente debido a que el costo promedio de una inhumación es de 8.500 dólares, mientras que la cremación cuesta entre 3.000 y 5.000 dólares.

Un informe de Price Waterhouse Cooper, basado en datos de la Federación Internacional de la Cremación muestra que en países protestantes como Suiza o el Reino Unido la cremación tiene una demanda del 70%; no así en los países meridionales de Europa, de arraigada tradición católica, como España, Italia o Irlanda, que se sitúan todavía por debajo del 20%, aunque la tendencia va en aumento, como en la mayoría de los países desarrollados.

De acuerdo a un informe realizado por la BBC, casi la mitad de los cementerios de Inglaterra podría quedarse sin espacio en los próximos 20 años mientras que una cuarta parte de ellos estarían saturados dentro de una década. Esto sucede a pesar de que la cremación se ha vuelto una tendencia prácticamente ineludible en Reino Unido donde el 74% de las personas que murieron en 2011 fueron cremadas, según las últimas estadísticas de Cremation Society of Great Britain.

Fuentes

Marta Allué; Doctora en Antropología Social y Cultural por la Universidad Rovira y Virgili de Tarragona. Revista Claves edición noviembre-diciembre 2018.

Informe de Price Waterhouse Cooper


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