Ultimado trabajador de Corpolara


Con un disparo en el pecho le quitaron la vida a un chamo en El Cercado
Javier Alonzo Sequera tenía un año y medio trabajando en Corpolara. Era el jefe del Cuerpo de Inspectores de Consejo Federal de Gobierno. También era dirigente de la organización nacional Frente Alberto Lovera y del Bloque Antiimperialista Socialista Estudiantil.

Se presume que lo estaban vigilando. Lo interceptaron al salir de una rumba con vecinos y le dispararon, quitándole la vida mientras manejaba su camioneta.

La escena en la que fue hallado el cadáver de Javier Alonzo Sequera Reyes (28) fue terrible para sus familiares y amigos. Estaba acostado de medio lado en el cajón de carga de su vehículo con un tiro en el pecho.

El chamo vivía en el sector La Zamorana de El Cercado y estaba a dos casas de la suya la madrugada de este sábado tomándose una frías.

Se fue de allí a eso de las 2:30 de la mañana sin decir para dónde iba. Agarró las llaves de su camioneta Chery Grand Tiger color ladrillo y arrancó por la avenida Paso Real de ese sector.

Vecinos de la zona aseguran que escucharon una ráfaga de tiros, pero nadie se asomó a ver.

Dos de los amigos con los que estaba reunido Javier junto a su hermano salieron y vieron encendidas las luces traseras color rojo de la camioneta que estaba estacionada en la calle a unas seis cuadras en medio de una oscurana, donde no hay postes de luz.

Fueron caminando, encontraron el vehículo con las puertas cerradas, pero no vieron nada en su interior debido a los vidrios ahumados.

No se atrevieron a abrirla ni a tocar nada, sino que se fueron hasta el puesto de la Guardia Nacional que está más adelante para notificar lo sucedido.

A los pocos minutos regresaron acompañados de funcionarios y quedaron en shock cuando inspeccionaron con una linterna la camioneta y vieron el cuerpo sin vida y ensangrentado de Javier en el cajón del carro.

La camioneta tenía dos impactos de bala en el parabrisas delantero y uno en la carrocería sobre el caucho trasero del chofer. Del lado del copiloto habían tres impactos en la puerta y uno más en el caucho delantero, que lo dejó espichado. En el asfalto frente al vehículo quedó marcado el frenazo de una moto.

Según las pistas recabadas por el Cicpc, se presume que se trata de una venganza y que Javier fue interceptado por al menos dos motorizados debido a que hay impactos de bala en ambos lados de la camioneta. La víctima portaba todas sus pertenencias.

Al parecer, le dispararon algunos metros antes y el carro siguió rodando hasta que se detuvo por el caucho espichado que pegó en la acera derecha. Fue en ese momento que los asesinos sacarían a Javier y en el intento, partieron la manilla de la puerta del chofer para luego lanzar el cuerpo en el cajón.
Luis E. Rodríguez | La Prensa

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